Es llegar a Santiago y tener las emociones a flor de piel. Hace apenas dos horas que estoy aquí pero ya he visitado la plaza del Obradoiro y uno de mis rincones favoritos.
En el avión a las siete menos cuarto vi a Jordi Dalmau novias, jajaja es impresionante la tarea de investigación bodil que he realizado sin tener ni la más mínima intención de casarme (jajaja con quién?) gracias a Iban y a su estrecha relación con las bodas. Esta mañana vi al diseñador y como si fuese un compi de toda la vida, reconocido al instante!
Ahora gozo de estas vistas, crucé el casco viejo sin dudar dirigiéndome a uno de mis rincones fetiche.
Os dejo algunas fotillos para que disfrutéis de él. Tomarse un café en este jardín es de los placeres que se compran con dinero pero que todos nos podemos permitir...
Me doy cuenta de que Santiago, el tito Santi y sus callejuelas están casi a la altura de mi Canarias querida... Y resulta hasta preocupante. ¿Se puede tener morriña sin ser gallego?
Emocionada por estar aquí me despido y os animo a amar Santiago de Compostela como lo hago yo. Ahora mismo me siento hasta pava... Porque estoy tan emocionada que tengo ganas de llorar y todo... Aiiiish! Buen finde 😘
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